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¿En qué sustentas tu sentido de identidad? ¿Cuánto tiempo hace que no generas un espacio de encuentro contigo mismo? ¿Te permites la conversación interna en la que te reconoces como alguien esencialmente valioso? ¿Te respetas, te estimas por lo que eres? ¿Te reconoces en tu naturaleza esencial más allá de lo que haces o lo que tienes? ¿Cuentas contigo?
Cada uno de nosotros tiene un potencial interno superior a lo que cree y a menudo nuestra falta de certidumbre no nos permite desarrollar nuestra capacidad. La verdadera auto-estima es una forma de sano orgullo que nacen de la certeza profunda de ser esencialmente valioso. El orgullo por la identidad invita al auto-reconocimiento de quien uno es, más allá de su comportamiento o de sus logros. Es una auto-valoración enfocada en el ser, no en el hacer o tener.
En el reconocimiento y valoración de la propia identidad, se descubre una plataforma incomparable desde la cual enfrentar con energía los desafíos de la vida. Desde esta auto-afirmación se puede encarar la vida como un ejercicio de manifestación de la riqueza interior y se coloca uno en la posibilidad de ver en los otros, más allá de la evaluación de sus conductas, su naturaleza esencial en expansión, el valor de vida que todo lo hermana. Cuando uno no se enorgullece de ser quien es y no se auto-reconoce en su naturaleza preciosa, vive tratando de "ganar" valía a través de reconocimientos externos.
Te invito a reflexionar sobre las formas más frecuentes en que puedes olvidarte de contar contigo, con tu valía, con tu poder personal, con tu potencial de excelencia:
Entregando tu identidad a tus logros. Confundiéndote con lo que haces y sobre todo centrándote en lo que haces mal.
No aceptando lo que hay y lo que eres como punto de partida para un ejercicio de creatividad que es vivir, en continua transformación y evolución.
Entregando tu poder a las circunstancias vistiéndote de víctima y olvidando que lo importante en tu actitud y tu capacidad de elegir las respuestas.
Olvidando la posibilidad de empezar de nuevo, aquí y ahora, como hace la vida que a todos nos sustenta, en todas las dimensiones de la existencia.
Un coach personal te ayuda a contar con tu poder personal y a realizar tu pleno potencial. Un coach personal reflejará tu propia luz para que la puedas ver y te reconozcas en ella. En el proceso de coaching se fomenta la toma de conciencia y la responsabilidad, recordando que todas las personas tienen dentro de sí los recursos suficientes para afrontar las dificultades que les van apareciendo en el camino de la vida y considerando que todo el mundo puede aportar más de lo que habitualmente hace.
¿Cuánto crees que podrían cambiar las cosas si cada uno se hiciera consciente de lo mejor de sí mismo? ¿Cuánto crees que podría cambiar tu vida si pudieras pararte frente a las situaciones desde una postura de total responsabilidad, con plena confianza en tu capacidad de excelencia?
No te dejes apabullar por lo grande que parece un problema, mejor muéstrale al problema lo grande que tú eres.