"Entérate de lo que eres y sé lo que eres." (Pindaro)

¿Te sientes estancado en algún aspecto de tu vida?

¿Buscas orientación para superar una crisis personal?

¿Has perdido el entusiasmo y la motivación? ¿Hay emociones que no sabes gestionar?

¿Tienes sueños postergados que quieres hacer realidad?

¿Quieres mejorar tus relaciones? ¿Sentirte más libre? ¿Desarrollar todo tu potencial?

"Reconoce que no sabes toda la historia. Una de las cosas que puede ayudarte a perdonar es reconocer tu ignorancia". (Mary Manin Morrissey)

"De la misma manera que la última página de una novela de espías puede cambiar el significado de todo el libro, las acciones que siguen a un problema pueden cambiar el significado de toda la historia" (Fredy Kofman)

"Yo no abandono mis pensamientos, me enfrento a ellos con comprensión, y entonces, son ellos los que me abandonan a mi. " (Byron Katie)

"Antes de entrar en el templo, perdona" (Jesús de Nazareth)

"Sólo los que se acusan a sí mismos pueden condenar. Aprende esto y apréndelo bien, pues con ello la demora en experimentar felicidad se acorta por un tramo de tiempo que ni siquiera puedes concebir: nunca odias a tu hermano por sus pecados sino por los tuyos." (Un Curso de Milagros)

"El desarrollo del lenguaje ha sido como el descubrimiento del fuego... una increíble fuerza primordial. A través del lenguaje creamos el mundo. En otros términos, no describimos el mundo que vemos, vemos el mundo que describimos." (Joseph Jaworsky)

"Perdonar es algo que ocurre de manera natural cuando te das cuenta de que tu dolor no sirve a otro propósito que el de fortalecer un falso sentido de identidad. Perdonar en no ofrecer resistencia a la vida, permitir que la vida viva a través de ti". (Eckhart Tolle)

"Detrás de todo comportamiento hay una intención positiva. Tras cualquier conducta, pensamiento, fantasía o acción, se esconde siempre algún propósito universalmente aceptable y aplaudible, que pugna por transportarnos a un lugar de inocencia universal." (Roblert Dilts)

"Con la práctica del perdón que nos posibilita soltar el pasado y permitir que el presente sea lo que es, el milagro de la transformación ocurre dentro y también fuera. Nos hacemos conscientes de quienes somos más allá del nombre y la forma. Ya no te identificas con las formas de las circunstancias, no las necesitas para tener identidad. Ellas no son tu vida, sólo son tu situación de vida. Un espacio silencioso de intensa presencia surge en ti y a tu alrededor." (Eckhart Tolle)

"No es necesario que sepas cómo perdonar. Sólo alcanza con estar dispuesto a hacerlo. De todo lo demás se ocupará el Universo" (Louise L Hay)

"Reconoce que no sabes toda la historia. Una de las cosas que puede ayudarte a perdonar es reconocer tu ignorancia." (Mary Manin Morrissey)

"Me gusta pensar en posibilidades. En cualquier momento, una posibilidad totalmente nueva puede aparecer y darte una nueva dirección. He aprendido que el truco es estar atento a este momento." (Doug May)

"Los curiosos de espíritu aprenderán. El coeficiente de curiosidad siempre me ha fascinado mucho más que el coeficiente de inteligencia. (Eugene S. Wilson)

Procesos orientados al autoconocimiento transformador. Aportación de herramientas para el trabajo personal, adaptadas a tus necesidades.
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Comunicación motivacional que posibilita respuestas capacitadoras para las situaciones que te inquietan.
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Seguimiento complementario vía email para lograr una mirada integradora y creativa frente a las desafíos que vas asumiendo.
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Itinerario personalizado, basado en el libro "Lo que el corazón quiere contemplar", para sintonizar mejor con la sabiduría de tu corazón y asumir tu poder creador.
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Índice de Reflexiones

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Sobre perdonar

Se cuenta que Roberto era un muchacho tímido e introvertido que vivía sólo en su pequeño apartamento, en medio de una gran ciudad. Los únicos animales que había visto eran gatos vagabundos, perros, ocasionalmente, alguna rata, palomas y unos cuantos insectos. Pero un día empezó a preguntarse cómo sería el mundo más allá de su barrio y la curiosidad le llevó caminando varios kilómetros hasta un parque zoológico. Vio las jirafas con sus largos cuellos, los enormes gorilas e incluso un rinoceronte y una familia de elefantes.

Nunca antes había visto aquellos animales. Pero cuando llegó ante la jaula del tigre, exclamó: ¡Oh, yo te conozco! Eres un gato, un gato muy grande. Me gustan los gatos. Y así diciendo, introdujo su mano en la jaula del tigre para acariciarlo. El tigre arañó su mano y Roberto gritó de dolor. Durante la convalecencia de su herida, cada vez que se acordaba del tigre se sentía indignado. Ni tan sólo podía soportar pensar en aquel enorme gato.

Pero al cabo de un tiempo, echaba tanto de menos el zoo que se decidió a visitarlo de nuevo. Se sintió muy feliz al ver de nuevo los animales, pero simplemente saber que el tigre vivía en aquel lugar le indisponía. Después de un rato deambulando, preguntó a un transeúnte cómo podía librarse de aquellos sentimientos tan negativos en relación con el tigre. El desconocido le respondió: Bueno, como es bien sabido, cuando alguien te hiere hay que aprender a perdonar y olvidar.

A Roberto le pareció una excelente idea. Decidió allí mismo que iba a perdonar y a olvidar y al llegar ante la jaula del tigre, se sentía fenomenal. Dirigiéndose al animal, le dijo: Oye gato, te he perdonado, olvidado todo, y me siento espléndidamente. Lleno de gozo, introdujo la mano en la jaula para acariciar al felino que, ni corto ni perezoso, se la arañó.

Esta vez Roberto quedó tan afectado que tuvo que acudir a un terapeuta. Le contó que había intentado perdonar y olvidar, pero sin resultados y el terapeuta le propuso probar a perdonar y recordar. Perdonar para liberarse del resentimiento, recordar para aceptar las cosas como son. Le sugirió además que investigase en la biblioteca sobre la naturaleza y los instintos de los tigres.

Al día siguiente, Roberto regresó al zoológico y al llegar frente al tigre, desde una distancia prudencial le dijo: ¡Hola tigre! Te perdono. Ahora comprendo que no eres simplemente un gato grande. Pensé que eras algo que no eres. Lo siento. Eres un magnífico tigre y estás enjaulado. No lo olvidaré.

Se cuenta también que esa nueva comprensión y aceptación de la realidad a la que llegó Roberto a través de la práctica del perdón, le llevó a observar en si mismo la fuerza de una vocación. Siguió el impulso que le encaminaba a la observación del mundo animal y llegó a ser un reconocido investigador que aportó claridad y discernimiento en el área de la biología y los comportamientos instintivos. (Adaptación libre de un relato anónimo)

¿Hay un camino que nos permita mantener la paz interior frente a situaciones dolorosas, pasando de victimas a protagonistas de nuestras vidas, siendo conscientes de nuestros sentimientos y manteniendo la coherencia con nuestros valores y principios?

El perdón posibilita un marco de acción en el que el ser humano se recuerda a sí mismo y recuerda la vida que le traspasa y le une a todo lo que existe. Desde esa perspectiva las alternativas de conducta adquieren nuevas dimensiones porque todo asume un nuevo propósito: el de ser un recurso de aprendizaje para tomar conciencia de Ser, aquí y ahora.

¿Qué tipo de perdón es aquel que resulta un camino radicalmente transformador, una oportunidad para acceder a niveles superiores de conciencia y paz interior?

Perdonar es la decisión consciente de abandonar el resentimiento que nos mantiene enganchados a experiencias del pasado y en un sentido muy radical es simplemente permitir que en el presente, en cada instante, todo sea lo que es, incluido uno mismo. Este permiso implica no imponer a las cosas, las situaciones, las personas o nosotros mismos, el disfraz de nuestras proyecciones, nuestras idealizaciones, nuestros juicios, nuestras interpretaciones y nuestros miedos.

Esta actitud personal es un ofrecimiento de mirada inocente, aceptadora y comprensiva que conlleva el deseo y la decisión de mantenerse consciente frente a los desafíos de la vida y trabajar sobre los pensamientos y sentimientos que aparezcan. Implica pasar de evaluar a observar, de etiquetar a reconocer, de estar mentalmente en el asunto del otro y en el pasado a estar presente aquí y ahora, implica finalmente pasar de rechazar la realidad y bloquear nuestra natural forma de ser a aceptar lo que es y permitirnos vivir las experiencias desde nuestra esencia.

¿Sabes amar el presente aceptando que sea lo que es? ¿Te reconoces y reconoces a los demás en su identidad esencial más allá de comportamientos supuestamente erróneos? ¿Has descubierto ya que cada conflicto ilumina una barrera a tu deseo de evolución personal? ¿Sabes profundizar en el rencor o el deseo de venganza tal y con se presentan pero sin actuar según esos impulsos?

Perdonar requiere ser sabiamente humildes, reconociendo nuestra ignorancia, nuestra falta de datos para juzgar objetivamente, nuestra imposibilidad de controlarlo todo. Pero eso no significa aprobar, absolver, justificar comportamientos que han causado sufrimiento, o apoyar valores que se oponen a nuestros principios. Significa ser capaz de dar amor otro ser humano por lo que es en esencia, más allá de sus errores. Recordando que detrás de todo comportamiento hay una intención positiva.

Se parte de la creencia de que uno puede cambiar sus conductas porque puede elegir sus propias respuestas ante cualquier situación, no hay algo fundamentalmente malo en su identidad. Como filosofía de vida, el perdón permite verse y ver a los demás como seres con capacidades aún por desarrollar y descubrir, seres que están haciendo lo mejor que pueden desde sus circunstancias y su conciencia de la situación, en definitiva, desde su grado de madurez.

El perdón implica coraje y responsabilidad. También es necesaria una buena dosis de madurez, autoconocimiento, y confianza en la vida y en la capacidad del ser humano para aprender y renovarse. Porque perdonar no es reprimir, mirar para otro lado, fingir lo que uno no siente u obligarse a sonreír cuando la emoción presente es de un gran enfado. Simplemente significa dejar de lado aquellos pensamientos negativos que aparecen acerca de alguien o algo que nos causó dolor.

Es una actitud, un proceso que aporta consciencia y responsabilidad y va desvaneciendo las ideas que nublan nuestra compresión, permitiéndonos hacernos responsables de nuestros sentimientos más allá de las acciones del otro. Cuando nos hacemos cargo de nuestro dolor, de nuestro asunto aquí y ahora, podemos acceder al sustrato de nuestros verdaderos intereses, preocupaciones y valores. El conflicto, una vez que dejamos de rechazar lo que es, nos permite ir al encuentro de nuestros compromisos profundos.

El perdón es un acto de amor. Es un ofrecimiento de amor incondicional por el reconocimiento del valor de todo más allá de los juicios que uno haga sobre sus acciones. El término en ingles para perdonar (forgive) significa literalmente "dar como antes", es decir, dar como antes de que hubiese ocurrido el daño. También en catalán, se dice perdonar (per-donar, por dar), lo que nos lleva a reflexionar sobre lo que queda por dar, lo que aún no se ha dado.

Cuando estamos presos del resentimiento, hay un bloqueo del corazón, y perdonar nos permite salir de esa cárcel, abrirnos y dar amor. Nos permite ser lo que somos y expandirnos. Perdón es una decisión que permite ver más allá de los límites que nos plantea la personalidad del otro y la propia. El perdón es la aceptación radical del otro como legítimo otro pero ubicándose, paradójicamente, en la esencia más profunda, potencial ilimitado que todo lo aúna.

Perdonar es algo que ocurre naturalmente cuando nos permitimos recordar quienes somos, quienes son los otros, más allá de superficiales sentidos de identidad. Recordar en un sentido etimológico significa volver a pasar por el corazón (re-cordis), y es justamente desde esa perspectiva, desde el corazón, desde donde podemos tener una visión transformadora de la realidad. En cada situación dolorosa hay una necesidad de actualizar aquí y ahora, una forma de amor.

Te invito a que promuevas en tu vida un contexto de pensamientos en los que sea posible el perdón. Comprobarás que al cambiar de mentalidad respecto a la realidad, el perdón es un proceso que se da naturalmente como cuando alalizar un puzzle encuentras las piezas que dan sentido al conjunto y al colocarlas ya todo encaja componiendo una realidad que antes parecía invisible.