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¿Te tomas el tiempo necesario para renovarte en todas las dimensiones de tu naturaleza? ¿Te das cuenta que eres el único instrumento con que cuentas para realizar tu aportación vital? ¿Te ocupas de preservar y cuidar bien ese instrumento? ¿Te detienes a "afilar la sierra" de tus capacidades para poder atender óptimamente tus necesidades?
Somos los instrumentos de nuestro propio desempeño y necesitamos preservar y potenciar tan valioso activo, renovándonos en las cuatro dimensiones de nuestra naturaleza: la física, la mental, la social/emocional y la espiritual.
Compartiendo el punto de vista expresado por Stephen R. Covey en su excelente e inspirador libro "Los 7 habitos de la gente altamente efectiva", considero que en esta tarea de renovación es necesaria una postura proactiva capaz de planificar con equilibrio, porque lo que hagas en una dimensión de la vida afectará a las otras tres. La renovación equilibrada es sinérgica y al progresar en una dimensión, acrecentamos nuestras aptitudes en las otras. De igual modo el descuido en un área afecta negativamente a las restantes. Es difícil ser amistoso (área socio/emocional) cuando estás exhausto (área física). Y también, si te sientes motivado y en coherencia con tus principios (área espiritual), es más facil concentrarte en tus estudios (área mental) y ser más afectuoso con tu entorno (área socio/emocional).
Hay muchas formas de involucrarte en este empeño de autorenovación equilibrada:
Dimensión física: Hacer ejercicio, nutrirte bien, gestionar las tensiones y mantener un tono vital saludable. ¿Descansas lo suficiente? ¿Mantienes un cuerpo flexible, fuerte y resistente?
Dimensión socio/emocional: Crear nuevas amistades y fortalecer las que ya tienes, dar servicio, escuchar, atender tus emociones y las de los otros, desarrollar la autoestima. ¿Efectúas depósitos de amor incondicional en tus relaciónes? ¿Ejercitas la comunicación empática y la cooperación creativa?
Dimensión mental: Leer, visualizar, planear, escribir, desarrollar talentos y aprender nuevas habilidades. ¿Reconoces cuales son tus dones y como puedes hacer para desarrollarlos? ¿Cuánto tiempo destinas a tu capacitación?
Dimensión espiritual: Meditar, leer literatura inspiradora, y renovar tu conexión y compromiso con los principios. ¿Destinas un tiempo contigo mismo para conocerte y saber lo que quieres? ¿Mantienes en buena forma tu conciencia moral? ¿Sabes cuáles son tus valores y paradigmas más intimos?
Te resultará una excelente inversión dedicar tiempo a confeccionar una lista de las actividades renovadoras adecuadas a tu estilo de vida que te ayudarían a mantenerte en buen estado físico, emocional, mental y espiritual. Luego, con una actitud comprometida, incluye esas actividades como metas dentro de tu planificación semanal.
El Coaching personal trabaja para desarrollar tu potencial, mientras te pones en contacto con tus principios, visualizas tus metas y te facilita una planificación estratégica para alcanzar tus objetivos. Un coach acompaña a su cliente en el movimiento a lo largo de la espiral ascendente de autoconocimiento, superación personal y renovación equilibrada, apoyándote en cada paso, alentándote a comprender, comprometerte y actuar. ¿Te gustaría contar con un coach personal? ¡Solicita una sesión gratuita!